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Este es José, un chico de 32 años. Te haré una breve presentación para que lo conozcas un poquito más.

Él es de Jaén, aficionado del fútbol, la vida rural y los deportes extremos. Vive felizmente con su novia en una casita de campo, hasta hace unos meses trabajaba en la almazara del pueblo, pero la situación cambió y decidieron prescindir de él.

Esta situación le ha traído varios quebraderos de cabeza, una de las preguntas que más le rondaban era, ¿y ahora qué?

Y con esas preguntas, miedos, incertidumbre…

Quedarse sin trabajo le trajo viejas frustraciones, además la situación sociosanitaria no le acompañaba nada. Sumido en un bucle donde las preocupaciones y la ansiedad por conocer las respuestas a sus preguntas le estaban empezando a afectar. 

Pero, también le llevó a plantearse diferentes escenarios nuevos para adaptarse a la situación profesional actual y aprovechar todo lo que ese lugar le había enseñado.

Una noche, a punto de dormirse, se le iluminó la mente y pensó de qué forma podría sentirse útil, generar ingresos, aprovechar sus conocimientos, el lugar donde vivía y los contactos que tenía para cambiar su situación.

Era una idea un poco loca, ¿emprender?, ¿qué locura no?

Esa noche no consiguió dormir, tenía una sensación extraña en el estómago, el corazón le latía fuerte, pensó cientos de cosas. 

Estaba entusiasmado, aun así, no terminaba de verlo del todo.

¿Cómo voy a ponerme yo a emprender? ¿Con lo caro que es todo? ¿Tú sabes donde te estás metiendo?, y bla, bla, bla. Todos esos pensamientos que el cerebro te presenta para que no gastes muchas calorías, no vaya a ser que de repente aparezca en tu cuarto un tigre de bengala y tengas que salir corriendo.

 Ja, ja, ja, sí, es un poco exagerado, pero así piensa tu cerebro. No gastes energías porque, quizás, puedas necesitarlas en otro momento.

Durante su desvelo trabajó en hacer una pequeña investigación, ¿cómo estaba el mercado?, ¿quién es y qué hace la competencia?, ¿y qué cosas voy a necesitar si quiero montar mi negocio? 

En ese tiempo también se le pasó por la cabeza que era demasiado trabajo, puede que lo mejor sea actualizar mi curriculum vitae y llevarlo a la empresa de mi amigo Rafa. 

Y así hizo, se puso al día con la burocracia de buscar un nuevo trabajo.

De vez en cuando, en sus momentos de soledad, se pillaba fantaseando con su emprendimiento, trataba de no mirarlo y no pensarlo, pero no, ese pensamiento y esa sonrisilla habían decidido alquilar una sala en el piso más alto del edificio y no se moverían hasta que se decidiera firmemente y comenzase su propio camino.

Total, que no lo quedó otra que seguir investigando. 

Y bueno, en Empírica somos de las que creemos que ¡TODO PASA POR ALGO!

José, durante su investigación, conoció a Lucía por causalidad en Instagram. 

Sintió que podría haber encontrado una persona que, a lo mejor, le aclararía un poco sus ideas. 

Y se decidió a escribirle para hablar con ella, le hizo algunas preguntas sobre el camino del emprendedor.

Lucía le dio algunos TIPS, le recomendó algunos libros y publicaciones que ella había compartido en sus redes que posiblemente le ayudaría a identificarse con su nueva faceta o no.

Y no pasaría nada si esto hubiese quedado simplemente en una idea. 

A veces, no es para todos o quizás antes de emprender haya de haber un entrenamiento personal.

Aunque somos muy de locuras, la experiencia nos ha llevado a mirar si hay agua en la piscina antes de tirarnos.

Damos el salto, pero aseguramos bien las cuerdas antes de dar el gran paso. 

Por eso Lucía decidió hablar con José, ambos estaban en sus despachos. Lucía le habló con transparencia, le dijo que no sería fácil, que tendría que invertir su tiempo y su dinero, le fue honesta y le aclaró que los resultados no están asegurados, pero es el riesgo que se debe de correr cuando deseas lograr un objetivo. Ella se aseguró de que José tenía madera de emprendedor.

Nadie te puede prometer nada, sin embargo, tú puedes comprometerte contigo mismo, serte fiel y que cada momento de trabajo sea con una intención, con una meta.

Y no, esta disciplina tampoco te asegura el éxito, pero sí te acerca a él.

Ella fue realista y le dijo que también cabía la opción de buscar un trabajo y siguiese teniendo una vida “asegurada” y un salario mínimo X. Que puede que su negocio triunfe o no.

Le retó, le llevó un poco al extremo para que él escuchase su voz interna decirle, NO, vamos a por todas. ¡Hemos venido a jugar!

José se emocionó y aceptó. Tiene madera de emprendedor – Pensó Lucía.

Desde ese momento, Lucía se convirtió en su maestra.

Sacó una pizarra un rotulador borrable y trazó un plan.

Si estamos en A (sin trabajo, frustrado y soñando) y queremos llegar a B (tener un negocio exitoso, sentirse autorrealizado y en calma) necesitaremos dar los siguientes pasos:

 

1 Descubrir si eres un emprendedor nato y ponerle claridad a tus metas.

 

2 ¿Qué negocio quiero?, ¿qué conozco sobre este sector?, ¿qué hace la competencia?, ¿qué quiero yo y qué necesitan mis clientes?

 

3 Lucía estudió detenidamente cada una de sus respuestas y creó una estrategia adaptada a su modelo de negocio. Tu creas el producto y yo se lo presento al mundo. 

Tras juntos decidir el camino a recorrer, comenzaron a ir dando pasos y tomando las acciones necesarias para darle vida a un negocio.

 

¿Quieres darle vida a tu negocio? Haz este test: ¡Descubre qué emprendedor eres: el buscador, el alma libre o el afilador!, reconoce tus características y los pasos a seguir. 

José en este tiempo ha aprendido diferentes cosas, primero se dio cuenta de que tenía miles de sueños por cumplir y no se acordaba de ellos, lo segundo es que su mentalidad ha pasado de ser” voy de casa al trabajo” a cada día cumplir pequeñas meta que le ayudan a crecer a nivel personal y profesional.

 

En ocasiones, se para a pensar y echa la vista atrás, a veces no es consciente del cambio que ha dado su vida. 

 

De ser una persona sin expectativas y sumido en la rutina, a de repente golpe de realidad, ¡despedido!, y de la noche a la mañana todo cambiar.

 

Quién le iba a decir a José que crearía su propia tienda online de productos hechos con un ingrediente TOP principal, el aceite de oliva, gracias a su experiencia en la almazara y un plan estratégico visualizado y planeado por su gran aliada Lucía Bleda.

 

Juntos caminaron hacia su Aventura de Altura y José construyó su negocio con fuertes cimientos y grandes objetivos.

 

Si tú cómo José 1estás en el proceso del emprendimiento y no sabes en qué ni como, pero necesitas ayuda, aquí tienes una mano amiga para acompañarte y guiarte en el proceso de tu negocio.

 

Cuéntanos tu situación actual y buscaremos el camino para llegar a tu destino B deseado. Contáctanos, te responderemos sin compromiso y con brevedad.

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